martes, 26 de septiembre de 2017
jueves, 14 de septiembre de 2017
tuve el honor de ser seleccionada en el más prestigioso salón de arte de Venezuela con mi serie de 14 fotos titulada ¨Tiempos Móviles¨, todas tomadas con el celular.
I had the honour of being selected to participate in the most prestigious art salon of Venezuela, with my series of 14 photos entitled ¨Tiempos Móbiles¨ (Mobile Times) all photos taken with my mobile cell phone.
Foto/Photo Maria Elena Alvarez (gracias/thanks Maria Elena!)
jueves, 1 de junio de 2017
bolsas
¡NO LO TOQUES!
…Retumbó en mis oídos una mañana tempranito a la orilla de la playa
El grito emitido por mi madre me asustó y me pasmó
Yo, con siete añitos, había despertado antes que todo el mundo en la casa.
Estábamos de vacaciones en una casa a la orilla de la playa. Decidí explorar esa vasta y ancha arenosidad y en la distancia vi algo muy atrayente: una bolsa de plástico al ras de la arena, perfectamente transparente y sin embargo, iridiscente, y totalmente abultada con aire. Me acerqué a ver esa maravilla y al extender mi manito, el grito de mi madre me congeló. Ella llegó corriendo adonde yo estaba parada cual estatua, aún con la mano extendida… y me contó que eso que yo estaba a punto de tocar no era una bolsa plástica, era algo traído del mar, algo peligroso, algo venenoso, que si se toca te da corriente y hasta te puede matar. Yo no podía creer que algo tan bello y tan hermoso pudiera ser tan letal. Ese fue mi primer contacto con las aguamalas, los jellyfish, los Portuguese Man o´War, como los llaman en Inglés. Sigo hipnotizada con la belleza de estos extraños seres que parecen bolsas pero no son. Me imagino que de allí surgió una afinidad con esos objetos hechos por el hombre y actualmente convertidos en arte, como en las fotografías de Daniel Evans o las de Steve Gallagher o las bolsas plásticas con rastros de pintura, aplastadas y confinadas entre vidrios de Josias Scharf… inclusive las bolsas plásticas bordadas con hilos de acrílico de colores vivos de Josh Blackwell, convirtiendo así un objeto de uso desechable en obra de arte…
En la península de Paraguaná sopla viento eternamente y las bolsas plásticas aprovechan esas corrientes de aire para realizar unas danzas fantasmagóricas y aferrarse finalmente a las ramas de los arbustos áridos y secos de esa parte del país, convirtiéndose así en flores artificiales que aportan color a la naturaleza unicolor de la zona. En otro país lejano del otro lado del planeta, en Camboya, las mujeres pobres en las granjas lavan, cortan y tejen esas bolsas y así salen de la pobreza y son capaces de comprar carne para comer y enviar a sus hijos a la escuela. Lo que para unos es basura, para otros es fuente de riqueza. Quién lo diría…
…Retumbó en mis oídos una mañana tempranito a la orilla de la playa
El grito emitido por mi madre me asustó y me pasmó
Yo, con siete añitos, había despertado antes que todo el mundo en la casa.
Estábamos de vacaciones en una casa a la orilla de la playa. Decidí explorar esa vasta y ancha arenosidad y en la distancia vi algo muy atrayente: una bolsa de plástico al ras de la arena, perfectamente transparente y sin embargo, iridiscente, y totalmente abultada con aire. Me acerqué a ver esa maravilla y al extender mi manito, el grito de mi madre me congeló. Ella llegó corriendo adonde yo estaba parada cual estatua, aún con la mano extendida… y me contó que eso que yo estaba a punto de tocar no era una bolsa plástica, era algo traído del mar, algo peligroso, algo venenoso, que si se toca te da corriente y hasta te puede matar. Yo no podía creer que algo tan bello y tan hermoso pudiera ser tan letal. Ese fue mi primer contacto con las aguamalas, los jellyfish, los Portuguese Man o´War, como los llaman en Inglés. Sigo hipnotizada con la belleza de estos extraños seres que parecen bolsas pero no son. Me imagino que de allí surgió una afinidad con esos objetos hechos por el hombre y actualmente convertidos en arte, como en las fotografías de Daniel Evans o las de Steve Gallagher o las bolsas plásticas con rastros de pintura, aplastadas y confinadas entre vidrios de Josias Scharf… inclusive las bolsas plásticas bordadas con hilos de acrílico de colores vivos de Josh Blackwell, convirtiendo así un objeto de uso desechable en obra de arte…
En la península de Paraguaná sopla viento eternamente y las bolsas plásticas aprovechan esas corrientes de aire para realizar unas danzas fantasmagóricas y aferrarse finalmente a las ramas de los arbustos áridos y secos de esa parte del país, convirtiéndose así en flores artificiales que aportan color a la naturaleza unicolor de la zona. En otro país lejano del otro lado del planeta, en Camboya, las mujeres pobres en las granjas lavan, cortan y tejen esas bolsas y así salen de la pobreza y son capaces de comprar carne para comer y enviar a sus hijos a la escuela. Lo que para unos es basura, para otros es fuente de riqueza. Quién lo diría…
Alexandra
Masson, Texto sobre una Bolsa Plástica, Mayo 2015
lunes, 6 de marzo de 2017
jueves, 23 de febrero de 2017
I posted a photo of an artwork made with scraps of wood, wrappings of alfajores (typical biscuit-like treats filled with toffee and covered in chocolate) which I called ¨Recuerdos de Buenos Aires / Remembrances of Buenos Aires¨ which is a city where I lived when I was a little girl and two students of art at the Universidad Monteávila saw it and invited me to participate in their graduation exhibition. They gave me specific instructions for the artwork. I was to use recycled materials. So I began combing the streets near where I live for discarded junk food and candy wrappings and soda and beer and energy drink cans. I sanitized them with bleach and soapy water and stuck them onto an mdf board and sprayed paint Jackson Pollock style. I am posting here the original and then took a photo and transformed it with my favorite software. What do you think of the result?
Another of my obsessions is with flowers, but not just any flower: flowers photographed up close and blurred to render them abstract. I had gone to an orchid show and the camera was acting up and could not focus so several of the photos came out blurred but still, I saw beauty in these photos and decided not to erase them and instead to pass them through the software I got thanks to the cd reader in my laptop not working and my sister taking me to get an external cd reader... here are the results. The dyptych entitled ¨White orchid, Black orchid¨ are so beautiful... They are printed on fabric at a size of 100 x 100 x 4 cm and have a mahogany frame. I sent them to the 67th Salon Arturo Michelena, the most prestigious art salon in Venezuela but they were not accepted and were returned with the frame in poor condition. I was so annoyed! Artists make all sorts of sacrifices to continue producing art and the transportation is a considerable fee and for them to be returned damaged is so disrespectful! Every year I say to myself that I shall not send another artwork to any art salon... and then in the course of the year I change my mind...
Continuing on with the last story... Using the software I got by accident on the external cd reader I used it on the photos of the skies I took on my way to Anaco, Venezuela and this was the result, printed on canvas at a size of 80 x 80 x 4 cm... The one called Green Skies was sold to a collector and is in a home in Miami, Florida. The others are all for sale and can be shipped worldwide.
Accidents promote Art
I purchased a laptop and had one year to register it for the warranty. The year went by so fast. I had a lot of work. After the year passed, one day I had to listen to a cd and popped it into the slot and it worked but the next time I tried to play a cd it would not work. The warranty had expired so there was nothing I could do. The next time I went to Miami my sister took me to a very faraway store to purchase an external cd player. When I connected it to the laptop what was my surprise when I noticed it had a free software in it that enabled me to change the colors of photos. I took some photos of my artwork in the ¨Garbage to Beauty¨series and began experimenting. This was the result.
So, definitely accidents promote art !
I purchased a laptop and had one year to register it for the warranty. The year went by so fast. I had a lot of work. After the year passed, one day I had to listen to a cd and popped it into the slot and it worked but the next time I tried to play a cd it would not work. The warranty had expired so there was nothing I could do. The next time I went to Miami my sister took me to a very faraway store to purchase an external cd player. When I connected it to the laptop what was my surprise when I noticed it had a free software in it that enabled me to change the colors of photos. I took some photos of my artwork in the ¨Garbage to Beauty¨series and began experimenting. This was the result.
So, definitely accidents promote art !
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